De forma casual, para el que crea que la causalidades existen, hace poco recibí a través del facebook un interesante artículo, publicado ya hace un cierto tiempo por Francisco Mora Teruel , Doctor en Medicina y Catedrático de Fisiología Humana de la Universidad Complutense de Madrid titulado  ¿Qué idioma habla Dios? en el que analiza la capacidad del ser humano para el habla y su predisposición individual para el aprendizaje a través de algunos ejemplos surgidos a lo largo de la historia del hombre. Concluye que el idioma genuino del hombre es el silencio.

Cuando hables procura que tus palabras sean mejores que el silencio. Proverbio hindú

silencio3 Cuando hablamos de comunicación solemos referirnos básicamente a la comunicación verbal. Pero hay otra forma de comunicarse y el silencio es una de ellas. En el silencio conseguimos que nuestra consciencia capte lo que existe en profundidad detrás de las capas más aparentes de nuestra mente, de nuestra afectividad y de toda nuestra sensibilidad.

Os tengo que confesar que durante mucho tiempo he huido del silencio, quizá por miedo a escucharme a mí misma, el silencio me incomodaba, me molestaba, no era capaz de gestionar o controlar los momentos mágicos que nos proporciona.

Experimentar el silencio es como ir a las profundidades del océano, en la superficie hay ruidos y corrientes, en el fondo hay calma y quietud, os lo digo por experiencia ya que durante años practiqué submarinismo. La sensación durante  una inmersión no tiene palabras. Tu respiración es el único ruido que escuchas y tu mente se relaja y experimenta calma y serenidad. En definitiva  en silencio puedo escucharme y conocerme mejor.

Estudios e investigaciones están demostrando la importancia que tiene para nuestro bienestar el ejercicio de reflexión, de meditación, la búsqueda del perfecto ritmo de la respiración. A continuación os enumero una serie de efectos positivos que tiene el silencio.

  • Aclara y  armoniza nuestra mente.
  • Aumenta la potencia de nuestra mente y de toda nuestra personalidad de un modo extraordinario.
  • Gracias al silencio profundo viene la paz. La paz de la que surge luego toda actividad.
  • Nos conduce a la realización de la identidad propia que hay en cada uno de nosotros.

Disfruta de ese silencio: siéntelo y saboréalo. Pronto verás que tiene su propia comunicación.

Montse Taboada