Neuroliderazgo. El desafío del líder actual

Neuroliderazgo. El desafío del líder actual

El Neuroliderazgo las nuevas destrezas de un Líder

Vivimos inmersos en un mundo VUCA, complejo, incierto, ambiguo y volátil, por lo que las organizaciones de hoy y sus líderes se encuentran ante un gran reto. La Nueva Era no viene con un manual de instrucciones. Por ello se valoran las personas que se adaptan a los cambios, que dan respuestas al entorno incierto de una forma rápida y creativa. 

” Un horizonte temporal completamente diferente, sugiere la necesidad de contar con un liderazgo diferente” – Néstor Braidot”

Los líderes deben desarrollar nuevos conocimientos y habilidades y gracias a los grandes avances conseguidos en las últimas décadas en el estudio del cerebro humano podemos disponer de nuevas herramientas para actuar y resolver los problemas de la mejor manera posible. Como dice Marshall Goldsmith “lo que te ha traído hasta aquí no te llevará ahí”. El Neuroliderazgo, es una disciplina que se basa en desarrollar destrezas de liderazgo entendiendo como funciona el cerebro y aplicando procesos para mejorar las destrezas que desean desarrollar se ha convertido en una disciplina muy atractiva para algunas organizaciones.

Neuroliderazgo

Los cuatro ámbitos donde se centra el Neurolidezargo

Según explican David Rock y el doctor Al H. Ringleb, pioneros en el desarrollo del neuroliderazgo, en su investigación The emerging field of NeuroLeadership, son cuatro los ámbitos en los que se centran los estudios de neuroliderazgo:
  1. Toma de decisiones y resolución de problemas. El neuroliderazgo estudia cómo actúa el córtex prefrontal durante estas situaciones, aportando datos que permiten cambiar de forma consciente las respuestas de los líderes.
  2. Control emocional ante situaciones de estrés. Gracias a la neurociencia hoy sabemos que son las emociones, más que la capacidad intelectual, lo que determina el comportamiento de un líder en condiciones críticas, facilitando herramientas para minimizar los riesgos y maximizar las repercusiones positivas bajo estas circunstancias.
  3. Colaboración y trabajo en equipo. Las personas interactúan entre sí a través de respuestas involuntarias y automáticas. El neuroliderazgo investiga, en este aspecto, el papel de las llamadas neuronas espejo, permitiéndonos conocer cómo el comportamiento de los demás influye en el de los directivos y aplicar esta información en las relaciones laborales.
  4. Adaptación al cambio. Las personas tendemos a ser reticentes a los cambios, por lo que la neurociencia aplicada al liderazgo trata de desvelar la relación entre el control de la mente y la atención cognitiva creada en el sistema límbico para conseguir herramientas más eficaces en la adaptación a nuevos escenarios.

Los seis beneficios de su aplicación

Los beneficios de la aplicación del Neuroliderazgo son numerosos, entre otros destacamos los siguientes:
  • Mayor eficacia en la toma de decisiones.
  • Impulso de un clima laboral más positivo y participativo.
  • Mejora de la coordinación de los equipos de trabajo.
  • Crecimiento de la capacidad creativa de los profesionales.
  • Aumento de la flexibilidad y adaptación al cambio.
  • Mayor implicación de los empleados y mejora, como consecuencia, de la rentabilidad de las organizaciones.
Algunos dicen que todo lo que lleva la etiqueta ” neuro” es porque esta de moda  y como toda moda pasara. Yo estoy convencida que ha venido para quedarse e integrarse en nuestras vidas. ¿ Tú que opinas? Un abrazo,

Montse  Taboada

Psicóloga Organizacional y Coach Ejecutiva

Neurociencia e IE aplicada al Liderazgo y a la Gestión de Equipos de trabajo.

Neurociencia e IE aplicada al Liderazgo y a la Gestión de Equipos de trabajo.

Neurociencia aplicada.

Experto en Neurociencia e IE aplicada al Liderazgo.

Vivimos en un mundo VUCA , volátil, incierto, complejo y ambiguo. Un entorno extremadamente dinámico y cambiante que implica, entre otras cosas, una transformación y una adaptación permanente en todos los microsistemas que se mueven en él. Es decir, empresas, directivos, líderes, mandos intermedios y profesionales, no podemos hacer nada para detener la impronta de ese entorno, para influir sobre él y/o para hacer que funcione de forma más gradual, aunque sí podemos y necesitamos adquirir nuevas y mejores maneras de hacer que nos permitan adaptarnos y responder de forma eficaz a ese futuro, cuya nueva constante es la imprevisibilidad.

Mencionamos esas posiciones dentro de la empresa porque de ellos depende en un alto porcentaje el clima laboral. Por ejemplo, un líder que dentro de un entorno VUCA “baja” a su equipo de trabajo un micro-entorno VUCA; es decir, que actúa de forma cambiante, confusa, compleja e imprecisa, no conseguirá más que multiplicar los niveles de estrés, ansiedad desmotivación y conflicto entre las personas que conforman los equipos de trabajo. Es un liderazgo que ya no encaja en este nuevo entorno de trabajo del siglo XXI. A propósito de esto,  es importante desatacar el dato que surge de un análisis de Nexian -la red de agencias de RRHH-, que señala que “el 60% de los trabajadores prefiere un buen líder antes que un incremento salarial”.

Es en respuesta a esa nueva forma de funcionar rápida, eficaz y creativa que necesitan los líderes y los equipos de trabajo, que Montse Taboada, Psicóloga apasionada del comportamiento humano y las relaciones sociales, especializada en Inteligencia Emocional (IE), Neurociencia y Liderazgo, ha diseñado e imparte esta Formación en Neurociencia e IE aplicada al Liderazgo y Gestión de Equipos.

La finalidad de esta formación apunta a facilitar, entre otras cosas:

  • Visión de futuro para lidiar con la volatilidad del mundo y de los mercados.
  • Entendimiento -empatía, motivación y comprensión- para afrontar la incertidumbre.
  • Claridad, simplicidad y sencillez para llevar adelante las tareas dentro de la complejidad.
  • Agilidad, respuestas rápidas y planificación estratégica para hacer frente a la ambigüedad.

¿Por qué Neurociencia? ¿Por qué IE?

neurociencia aplicada En el mundo actual en general y en la empresa en particular pareciera no haber una relación directa entre causa y efecto. Esto podemos comprobarlo cuando al conformar un equipo de trabajo lo hacemos aunando perfiles técnicamente impecables, con trayectoria, experiencia, aunque obviando otras habilidades. Sin embargo, esa “perfección” académica no supone hoy un sinónimo de éxito, ya que a la hora de afrontar otro tipo de desafíos -sobre todo en estos entornos VUCA-, todo parece convertirse en un completo caos. ¿Por qué sucede esto? Ciertamente, porque existen hoy otros factores en la ecuación que son no lineales; hay otras variables que hay que tener en cuenta y son -entre otras- las que nos facilitan el conocimiento de la Neurociencia y de la IE. Veamos un poco más.

Por una lado, la Neurociencia nos permite conocer la base científica respecto al origen de nuestras conductas y comportamientos; para poder identificar qué es lo que está funcionando en nuestro cerebro y entonces potenciar, mejorar o crear otras conductas y/o hábitos más funcionales. Por otra parte, la IE nos permite desarrollar la empatía, la motivación, el auto-liderazgo, entre otras habilidades sociales. Lo cierto también es que diferenciamos ambas disciplinas al solo efecto de describir las aportaciones de una y de otra, aunque en realidad las dos son transversales a todas las competencias que son parte de la práctica profesional; incluso la trascienden.

Mundo VUCA, Liderazgo y Gestión de Equipos.

Con estos ejes de trabajo esta formación tiene como premisa facilitar, a través de una metodología de trabajo experiencial y cooperativa, que los/as líderes puedan descubrir, comprender, entrenar y generar nuevas vías de desarrollo a través de la Neurociencia aplicada y la IE. Se trata de facilitarles nuevos y mejores recursos y estrategias para afrontar con éxito el liderazgo del siglo XXI, experimentándolo en primera persona -en primer lugar-.

Ahora bien, ¿de qué hablamos cuando hablamos de nuevos recursos?

Entre otras cosas, hablamos de conocer cómo funciona la mente humana y de cómo esta rige nuestros comportamientos; de aprender y experimentar técnicas y herramientas que nos permiten aumentar tanto la atención, la concentración y el rendimiento propio como el de las personas que conforman los equipos que lideramos. Es decir, cuando aprendemos a promover un cambio en lo personal y/o en la práctica profesional, también podremos contribuir para que esto suceda en todas y cada una de las personas que conforman el equipo, facilitando la mejora del clima laboral, las relaciones y el bienestar emocional individual y colectivo.

Cuando un líder sabe cómo inspirar a las personas, cuando sabe cómo generar un espacio de trabajo colaborativo, cuando conoce sus fortalezas y su debilidades y sabe cuáles son las aportaciones que cada uno de ellos/as hace mejor al equipo y al trabajo, entonces todos/as cooperan más, se contagian, están más motivados/as, elevan su compromiso y su sentido de pertenencia. En este sentido, Peter Senge decía que “las organizaciones no pueden organizarse en niveles de desempeño más elevados que la consciencia de su líder”.

Estas son palabras de Peter Senge y esta formación viene a facilitar, oportunamente, que líderes, directivos y profesionales amplíen esa consciencia, explorando nuevas estrategias sencillas, prácticas y aplicables para entrenar la mente y convertirla en su aliada en el día a día.

2 modalidades. Muchos aprendizajes.

En cuanto a la modalidad puede ser In Company; es decir, en el mismo lugar en el que transcurre la actividad laboral, o bien bajo la modalidad de Impartición Abierta.

¿Los aprendizajes? Muchos y si bien algunos los hemos ido mencionando, señalamos a continuación algunos más:

  • Establecer las bases para crear y construir relaciones laborales exitosas.
  • Tomar decisiones desde la calma, con seguridad, claridad y atención.
  • Resolver problemas y gestionar conflictos de forma efectiva.
  • Mejorar sustancialmente la capacidad, la flexibilidad y la adaptabilidad de las respuestas en entornos inciertos y tantas veces adversos.

Y, sobre todo, convertirse en líderes capaces de inspirar a las personas, de facilitar entornos de trabajo creativos y emocionalmente saludables.

Logo Montse Taboada coaching
Inteligencia Emocional y Eficacia Organizacional

Inteligencia Emocional y Eficacia Organizacional

 

La neurociencia aplicada nos ha demostrado que alrededor del 90 % de nuestras decisiones son emocionales, entonces coincidirás conmigo que hoy más que nunca, es necesario e imprescindible formar en competencias emocionales a profesionales y directivos para aumentar la eficacia en las Organizaciones.

Pero quizás te preguntes: ¿Qué es la inteligencia emocional? ¿En qué influye? ¿Y cuál es la mejor manera de fomentarla en el lugar de trabajo?

Según Goleman, la inteligencia emocional es “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones”.

Por tanto, ser emocionalmente inteligente nos permite:

  • Tomar conciencia de nuestras emociones.
  • Comprender los sentimientos de los demás.
  • Tolerar las presiones y frustraciones que soportamos en el trabajo.
  • Acentuar nuestra capacidad de trabajar en equipo.
  • Adoptar una actitud empática y social que nos brindará mayores posibilidades de desarrollo personal.
  • Participar, deliberar y convivir con todos desde un ambiente armónico y de paz.

Y por supuesto, que la inteligencia emocional influye en la eficacia organizativa en varias áreas:

  • Contratación y conservación del empleado
  • Desarrollo de talento
  • Trabajo en equipo
  • Compromiso, estado de ánimo y salud del empleado
  • Innovación
  • Productividad
  • Ventas
  • Calidad de servicios y fidelización del Cliente

La buena noticia, tal y como apunta Goleman, es que la inteligencia emocional se puede desarrollar y aprender. Por ello, las organizaciones exitosas llevan años incluyendo dentro de sus planes formativos el estudio de estas habilidades.

Estudios recientes en la materia señalan que los gerentes de empresas que han recibido algún tipo de formación en inteligencia emocional han incrementado la productividad de sus empresas en un 18.1%. Esto no sólo confirma las ventajas del concepto, sino que además desmonta el mito según el cual la gestión de compañías sólo puede llevarse a cabo a través de métodos racionales.

De hecho, los expertos en inteligencia emocional sabemos que es existe nuevo perfil de directivo en el que predominen los siguientes aspectos:

  • Autoconocimiento: conocer y manejar sus propias emociones en el día a día. Esto le ayudará gestionar con mayor acierto las distintas tareas que se proponga.
  • Autocontrol: del mismo modo, debe saber cuáles son los límites de cada emoción y en qué casos es preciso transmitir o generar algunas de ellas.
  • Empatía: el directivo debe ser capaz, sobre todo, de reconocer las emociones en las personas que tiene a cargo y ponerse en su lugar. Ésta es una de las reglas esenciales de la inteligencia emocional.
  • Habilidades sociales: con el tiempo, un líder que aplique la inteligencia emocional desarrollará aptitudes para la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la capacidad para gestionar momentos de crisis y la comunicación eficaz y oportuna.
  • Flexibilidad: el líder rígido e inflexible es una especie en vía de extinción. La idea es fomentar un perfil más propicio a la comprensión y el diálogo.
  • Optimismo: los proyectos sólo tienen éxito si al frente se encuentran personas que crean en la consecución de los objetivos. La inteligencia emocional también consiste en saber transmitir estas actitudes para que se incorporen a la rutina de los grupos.

Hoy en día, ya existen líderes que poseen un alto Coeficiente Emocional(CE)  y son aquellos que saben:

  • Identificar y comprender las emociones de los demás.
  • Identificar y expresar las emociones propias.
  • Manejar las emociones propias e impedir desbordes inoportunos, logrando de este modo un estado de ánimo adecuado para cada situación que se le presente.
  • Se anticipan, ya que al comprender las emociones propias y las de los demás, son capaces de predecir situaciones y adelantarse a conflictos que puedan surgir como consecuencia de la interacción entre las personas y sus distintas emociones.
  • Actúan movido por los sentimientos, logrando así un entorno laboral más adecuado.

¿A cuantos conoces tú?  Desde mi humilde punto de vista vamos avanzando, aunque todavía queda mucho camino por recorrer. Es necesario que se tome conciencia de la importancia de formar en competencias emocionales para tener empresas eficaces y saludables, donde las personas se puedan desarrollar plenament

Montse Taboada

Psicóloga-Coach