Hace relativamente poco asistí a una formación  muy interesante sobre comportamientos y hábitos, en la cual  tomamos conciencia que la gran mayoría de nosotros a lo largo de nuestra vida hemos tomado decisiones que finalmente no las hemos llevado a cabo. Por ejemplo empezar una dieta, ir al gimnasio o estudiar inglés. ¿Te has preguntado por qué te pasa eso?  ¿Por qué no logras los resultados deseados?   Si no te estás moviendo firmemente en la dirección de tus metas, puedes estar segur@ que te estás saboteando a ti mism@ de alguna manera.

La verdadera causa de nuestro fracaso, estancamiento y pérdida de la motivación está en nuestro interior; es ese monólogo negativo, silencioso y constante que nos excusa y justifica la falta de constancia y compromiso.

Hemos encontrado al enemigo, somos nosotros. Walt Kelly

Vivimos sumergidos en esta paradoja, creyendo las mentiras que nos decimos a nosotros mismos, tratando de controlar lo incontrolable, asumiendo que nuestra forma de ver la vida es la mejor y además la correcta.

El autosabotaje es una de las formas en que reacciona nuestro Ser Emocional Herido, es una de las mil maneras en que intenta controlar nuestra vida. No debemos menospreciar el poder del saboteador interno. Cuanto más lo conozcamos, más podremos ser capaces de tener autoridad sobre esa parte negativa de nuestra personalidad y seremos capaces de ir quitándole poder. En la medida que lo podamos percibir cuando surge, podremos también conscientemente desautorizarlo y mantenerlo a raya.

“Autosabotaje es cuando decimos que queremos algo y luego vamos y nos aseguramos de que no suceda” Alyce P. Cornyn

Nuestra vida es el resultado de lo que hacemos de ella, nuestros hábitos de pensamiento  y acciones determinan nuestros resultados, la respuesta está en tomar el riesgo de ser diferentes y probar a ver qué pasa; las probabilidades de éxito son mayores que si estamos aferrados a los antiguos patrones.

Para afrontar los nuevos proyectos con optimismo hay que acallar a nuestros saboteadores internos. Todos tenemos voces internas que nos dan su opinión sobre cómo somos y actuamos. Pero, con un poco de práctica, podemos desactivarlo, impedir que sea él quien dirija nuestra vida y nos impida hacer lo que deseamos. Comienza a eliminar aquellos mensajes que te sabotean y cámbialos por pensamientos positivos que te motiven.

Solo podremos alcanzar nuestras  metas si realmente conocemos nuestros procesos internos, si sabemos qué pensamientos y comportamientos nos limitan y cuáles nos potencian. Solo así podremos conseguir transmitir lo que somos y lo que queremos de forma coherente. Si somos coherentes y constantes en nuestras actuaciones estamos creando una marca personal que transmite  credibilidad  y compromiso.