Merrill dijo que si tomaba decisiones deprisa acertaba el 60 % de las veces. Si se tomaba tiempo acertaba el 70% de las veces. Sin embargo, ese 10 por ciento extra pocas veces valía el tiempo que invertía.

Una de las pequeñas cosas con las que disfruto es entrar en las grandes librerías con el objetivo de pasar un rato agradable mirando libros, aunque normalmente siempre  acabando comprándome uno. Eso mismo hice, ya hace un par de años, cuando entré en Excelence y me compré un libro  simplemente porque me llamó la atención su título.  Inteligencia Intuitiva de Malcon  Gladwell,  y quién me iba a decir en ese momento que me serviría, entre otras muchas cosas, para escribir este post sobre  la Intuición.

Pongámonos en situación,  ahora imagínate que empiezas a cruzar una calle y de repente te das cuenta de que un camión se te viene encima ¿tienes tiempo para pensar en todas las opciones posibles? Naturalmente que no.  Si los seres humanos hemos sobrevivido tanto tiempo como especie es sólo gracias a que hemos desarrollado otra clase de inteligencia a la hora de tomar decisiones de forma rápida y elaborar juicios muy rápidos a partir de poca información.  La parte del cerebro que se lanza a extraer esta clase de conclusiones se llama inconsciente adaptativo y el  estudio de esta forma de tomar decisiones es uno de los nuevos campos de estudio de la psicología.

Está nueva noción del inconsciente adaptativo  se concibe como una especie de ordenador gigantesco que procesa de forma rápida y silenciosa muchos de los datos que necesitamos. Se las arregla estupendamente para hacerse una composición rápida de lugar de lo que nos rodea, advertirnos de los peligros, establecer metas e iniciar acciones de forma elaborada y eficaz.

Cuando nos reunimos con alguien por primera vez, cuando entrevistamos a alguien para un empleo, cuando tenemos que tomar una decisión rápidamente y estamos sometidos a estrés, solemos utilizar esa parte del cerebro.

Te has preguntado alguna vez ¿por qué algunas personas son  brillantes a la hora de decidir y otras no? ¿Por qué algunos siguen su instinto y triunfan, mientras que otros siempre acaban dando un paso en falso?

Las personas intuitivas y que actúan en consecuencia, suelen tener mayor éxito. Estas personas desarrollan una perspicacia superior  que les permite percibir situaciones complejas en repentinos saltos de lógica.

Daniel Isenberg, profesor de negocios de Harvard, estudió a directivos de grandes empresas. Después de observarlos identificó cinco maneras diferentes en que los directivos utilizan la intuición.

  1. Les ayuda a detectar la existencia de un problema
  2. Para comportarse rápidamente de acuerdo a unos patrones de conducta bien aprendidos.
  3. Para comprobar los resultados de un análisis racional. Buscan hasta que esa sensación “en las tripas” y su intelecto van parejos.
  4. Para sintetizar retazos aislados de datos y experiencia en una imagen integradora.
  5. Para soslayar una análisis en profundidad y presentar una solución rápida.

Charles Merrill fue un filántropo, corredor de bolsa y uno de los fundadores de Merrill Lynch & Company, una vez  dijo  que si tomaba decisiones deprisa acertaba el 60 % de las veces. Si se tomaba tiempo acertaba el 70% de las veces. Sin embargo, ese 10 por ciento extra pocas veces valía el tiempo que invertía.

Tanto si crees que puedes hacerlo como si no, estás en lo cierto

Probamente  muchos de vosotros  mientras leíais este post, os ha venido a la mente algún momento o alguna situación en la que vuestra  intuición os ha llevado al éxito… Creo que ya es hora de que te escuches, que reconozcas que eres intuitivo y que creas en ti mismo, sólo así podrás conseguir el éxito que deseas  y ser auténtico y coherente contigo mismo.