¿Cuál es la verdadera causa de nuestro fracaso? ¿Somos nosotros?

¿Cuál es la verdadera causa de nuestro fracaso? ¿Somos nosotros?

Hace relativamente poco asistí a una formación  muy interesante sobre comportamientos y hábitos, en la cual  tomamos conciencia que la gran mayoría de nosotros a lo largo de nuestra vida hemos tomado decisiones que finalmente no las hemos llevado a cabo. Por ejemplo empezar una dieta, ir al gimnasio o estudiar inglés. ¿Te has preguntado por qué te pasa eso?  ¿Por qué no logras los resultados deseados?   Si no te estás moviendo firmemente en la dirección de tus metas, puedes estar segur@ que te estás saboteando a ti mism@ de alguna manera.

La verdadera causa de nuestro fracaso, estancamiento y pérdida de la motivación está en nuestro interior; es ese monólogo negativo, silencioso y constante que nos excusa y justifica la falta de constancia y compromiso.

Hemos encontrado al enemigo, somos nosotros. Walt Kelly

Vivimos sumergidos en esta paradoja, creyendo las mentiras que nos decimos a nosotros mismos, tratando de controlar lo incontrolable, asumiendo que nuestra forma de ver la vida es la mejor y además la correcta. (más…)

Un Sultán Soñó

Comunicación asertiva

Hace ya algún y tiempo  alguién me  sugerio, “¿por qué no escribes un post sobre asertividad? “. Inmediatamente mi parte racional empezó a investigar sobre el tema. Después de recopilar mucha información sobre el origen de la palabra, las aplicaciones, los beneficios, etc.… encontré un cuento que creo que  transmite muy bien el significado de la comunicación asertiva.

Los cuentos nos conectan directamente con nuestra parte más emocional, con nuestros deseos, con la posibilidad de imaginar el mejor de los mundos, el que más nos acerca a nuestro propio centro.

Como dijo  Aristóteles Nada llega al intelecto que no haya pasado antes por los sentidos”.

Quiero compartir con todos vosotros este breve e intenso relato extraido de “Las mil y una noches“, la famosa recopilación de cuentos árabes.

un-sultan-soc3b1o  “Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó llamar a un sabio para que interpretase su sueño. “¡Qué desgracia, Mi Señor! Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad”, dijo el sabio. “¡Qué insolencia! ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí! ¡Que le den cien latigazos!”, gritó el Sultán enfurecido. Más tarde ordenó que le trajesen a otro sabio y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo: “¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes”. Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro. Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado: “¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro. El segundo sabio respondió: “Amigo mío, todo depende de la forma en que se dice. Uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse. De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura ciertamente será aceptada con agrado.” (más…)